Los pies están expuestos a un gran estrés todos los días y soportan todo el peso corporal de una persona durante varias horas. Con el tiempo, dicho estrés deja huellas de forma natural que pueden provocar cambios patológicos en la apariencia de los pies. Además, las personas con enfermedades del hígado o enfermedades como la diabetes mellitus están particularmente en riesgo. Las malposiciones congénitas de los pies también pueden causar daño al pie.

La parte principal del tratamiento de podología es el trabajo sobre la piel y las uñas. Sin embargo, se toma una historia clínica detallada de antemano. Las enfermedades existentes y tomar ciertos medicamentos en particular pueden tener un impacto significativo en el tratamiento.

En principio, el cuidado médico de los pies siempre debe llevarse a cabo si hay problemas con los pies para evitar daños consecuentes. Sin embargo, los pacientes con movilidad severamente restringida también deben acudir al cuidado de los pies regularmente o hacer uso de una visita domiciliaria para que no descuiden el cuidado de los pies.